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El nuevo Programa Horizonte 2020, dotado con cerca de 70.000 millones de euros, reúne por primera vez toda la financiación de las actividades de investigación e innovación de la UE
Los investigadores andaluces son competitivos en Europa. Durante la inauguración de una conferencia sobre Horizonte 2020, el nuevo programa europeo de investigación e innovación, el propio consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado, fue el encargado de subrayar -hace unos días- el «dinamismo y capacidad» que la comunidad científica andaluza ha demostrado en los distintos Programas Marco de I+D, convocados por la Unión Europea. Andalucía ha triplicado en la última convocatoria los fondos captados, alcanzando los 182 millones de euros, frente a los cerca de 53 millones conseguidos en la anterior.
Estos resultados han sido posibles gracias al «cambio estructural» que ha vivido Andalucía en I+D+i en las últimas décadas. En los últimos 20 años, la producción científica se ha multiplicado por ocho, aportando la región casi el 15% de la producción nacional; las patentes se han multiplicado por cuatro; los contratos con empresas, por diez, y la comunidad científica cuenta ya con más de 2.200 grupos de investigación y cerca de 30.000 investigadores. En este sentido, desde la Administración autonómica se ha explicado que estos «avances» responden a una estrategia mantenida e impulsada desde la colaboración público-privada, al tiempo que ha defendido los «esfuerzos» del Gobierno andaluz, que en estos momentos se dirigen a «alinear nuestra estrategias en materia de I+D con las nuevas políticas públicas a nivel europea y estatal». Así, la Junta de Andalucía ha formulado la Estrategia Regional de Especialización Inteligente, RIS3, y el nuevo Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI) 2014-2020.
Estrategia
El Programa Horizonte 2020, dotado con cerca de 70.000 millones de euros y que ha entrado en funcionamiento este mes de enero, supone una «gran oportunidad» en cuanto a posibilidades de financiación por lo que «queremos que sea aprovechada por todos los agentes de I+D andaluza, y, fundamentalmente, por las empresas».
Esta nueva programación se caracteriza por el papel que otorga a las empresas. Horizonte 2020 ha reforzado el apoyo a las pymes y enfoca su participación con una nueva perspectiva y de manera integrada. De hecho, la Comisión ha fijado como objetivo que al menos el 11% del presupuesto, es decir, unos 7.700 millones de euros, vaya destinado a las pequeñas y medianas empresas.
Otra novedad destacable de Horizonte 2020 es que reúne, por primera vez, toda la financiación de las actividades de investigación e innovación de la UE. Es decir, aglutina el Acuerdo Marco de I+D; el Programa Marco para la Innovación y la Competitividad; y el Instituto Europeo para la Innovación y la Tecnología. Esto supondrá, sin duda, una simplificación estructural respecto a los anteriores programas y una reducción de los procedimientos administrativos. También se han recogido mejoras para la integración de todas las fases del proceso investigador, desde la generación del conocimiento hasta las actividades más próximas al mercado.
Un proyecto unipersonal
Daniel Rodríguez, profesor del departamento de Física Atómica Molecular y Nuclear de la Universidad de Granada (UGR), es uno de los investigadores que han conseguido fondos europeos con una cuantía más que suculenta. Tanto es así que dice que «en mi caso han sido fundamentales los fondos europeos ya que empezaba una actividad nueva no existente en Granada ni en España. La UGR construyó el laboratorio en la Facultad de Ciencias a raíz del proyecto del Consejo Europeo de Investigación. Creo que cada vez las ayudas europeas son más importantes, son muy competitivas y es sinónimo de que la actividad es destacable. Además las cuantías son más altas que en el plan nacional o autonómico, al menos en lo que respecta a los proyectos del Consejo Europeo de Investigación».
Solo en el proyecto Trapsensor Daniel Rodríguez consiguió 1.499.280,00 euros. A este dinero habría que sumar otras cuantías de proyectos de convocatorias españolas y autonómicas en los que llegan también Feder. La cantidad es superior a los 900.000 euros (70% Feder).
Este investigador trabaja en el campo de las trampas de iones y de láseres para llevar a cabo experimentos de alta precisión de interés en la formación de elementos superpesados o para conocer mejor las propiedades de partículas como el neutrino.
Hizo el doctorado en Alemania. Rodríguez ha demostrado su valía y que es competitivo a primer nivel. Es de los pocos que ha conseguido una ayuda de este programa en Andalucía.
Ahora espera que en las ayudas de Europa «sigan existiendo buenas posibilidades de financiación y que sigan siendo igualmente competitivas».
Siete proyectos
Eduardo Ros, profesor del departamento de Arquitectura y Tecnología de Computadores de la UGR, tiene actualmente tres proyectos europeos del VII programa Marco con otras universidades europeas, aunque dos de ellos acaban este mismo año. Además tiene otras dos acciones Marie Curie, que son proyectos de incorporación y formación de post-doctorales. Anteriormente ha tenido otros cuatro proyectos europeos con otras universidades europeas y empresas. En total son siete proyectos europeos y dos acciones Marie Curie. Ha recibido unos tres millones de euros en estos 12 años.
En su grupo tienen dos líneas de investigación activas. Una sobre visión por computador; y la otra neurociencia computacional y neurobótica. En esta última línea «investigamos cómo funciona el cerebro». Sobre la importancia de estos fondos, Ros explica que «fomentan la competición y colaboración internacional. Además del aporte económico en sí mismo, representan la oportunidad de colaboración directa con universidades e instituciones de investigación de prestigio a nivel internacional».
«Las ayudas (me gusta llamarle mejor inversiones) en I+D juegan un papel muy importante por su marco internacional. Facilita la integración de nuestros investigadores en el tejido I+D europeo y la colaboración con empresas también más allá del ámbito local. Además estos fondos, casi en un 80% se dedican a la formación especializada de personal (contratación de investigadores) para la realización de tareas I+D+I... Desgraciadamente, en muchos casos, estos acaban consolidando su carrera en el extranjero, así que aún queda un largo camino para la creación de tejido empresarial basado en el conocimiento».
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