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Las goteras podrían poner en peligro la estructura de hierro de este antiguo mercado de abastos declarado monumento en 2012
El pasado mes de diciembre el Edificio Metálico cumplió su primer año tras ser declarado monumento. Fue un aniversario solitario porque hace años que el que fue el antiguo mercado de abastos de la Plaza Alta está abandonado en el campus universitario. La falta de uso ha provocado que se agraven las goteras y las humedades invadan este inmueble en el que se han producido varios derrumbes en la estructura subterránea. Algunas planchas del techo se han caído, hay grietas en el basamento de cemento y agujeros por corrosión en las vigas de metal.
Este edificio fue inaugurado en 1899 como mercado para sustituir a los puestos de madera donde hasta entonces se comerciaba en la Plaza Alta. En 1975 dejó de usarse y decidieron desmontarlo y venderlo como chatarra. El coste de la obra superaba el beneficio, lo que lo salvó. Finalmente fue trasladado al campus, donde se construyó una estructura subterránea con aulas para conformar un nuevo edificio académico. Fue parte de la Facultad de Económicas durante años y luego se usó como sala de exposiciones y sede de las asociaciones estudiantiles, pero finalmente en 2006 se clausuró.
En estos ocho años, a pesar de ser declarado monumento por su valor arquitectónico, se ha ido deteriorando rápidamente. El año pasado la Universidad de Extremadura indicó que estaban buscando fondos para salvarlo. La UEx es la responsable del Edificio Metálico porque le fue cedido, pero no puede asumir el coste de esta rehabilitación, que se calcula en torno a 5 millones de euros.
El año pasado el vicerrector de Infraestructuras, Antonio Díaz, anunció que iban a solicitar fondos del '1% Cultural' para arreglarlo. La Ley de Patrimonio Histórico establece la obligación de destinar en los contratos de obras públicas una partida de al menos el 1% a trabajos de conservación o enriquecimiento del patrimonio cultural español. Sin embargo la UEx ha confirmado a HOY que aún no se han convocado estas ayudas. Sin embargo Díaz detalla que la semana pasada se abrió una nueva vía para salvar el monumento ya que la Junta de Extremadura se comprometió con la Universidad a estudiar la posibilidad de incluir este proyecto entre los que reciben fondos Feder. De 2014 a 2020 habrá una nueva partida de estas subvenciones europeas y este monumento podría recibir al menos una parte. Aunque no se realice el arreglo completo la UEx espera, al menos, reparar la cubierta.
Lo más preocupante en el Edificio Metálico son las goteras. Nada más entrar se comprueba cómo un cubo recoge el agua que cae de la cubierta. No sirve, sin embargo, para evitar la humedad que ha inundado todo el inmueble y la corrosión que afecta al armazón de hierro.
El óxido, que incluso ha abierto agujeros en las vigas, es lo que más ataca a la estructura original de metal. Sin embargo el basamento y el subterráneo que construyeron para sujetar el monumento en su nueva ubicación en el campus también están dañados. En la base de hormigón hay grietas y la acera se ha hundido. En la planta inferior, que albergó aulas y despachos, el techo se ha derrumbado en varias zonas y hay peligro de derrumbe en otras.
El arquitecto Javier Tejeiro indica que en este tipo de edificios de metal es básico contar con un buen mantenimiento. Lo normal es rascar el óxido regularmente y realizar una imprimación con óxido de minio.
El mayor peligro ante la falta de cuidados es que se degraden las cerchas metálicas que sostienen la estructura y que tienen más de cien años, según detalla Tejeiro. Este experto indica que habría que estudiar el estado actual del edificio, pero advierte que en algún momento puede debilitarse tanto que no tenga recuperación.
A este respecto la Asociación Cívica Ciudad de Badajoz denunció hace unos meses el mal estado del edificio y pidieron que se rehabilite. Propusieron que se aproveche de nuevo como mercado de abastos y que vuelva al centro de la ciudad.
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