Su dueña falleció y la casa de acogida temporal desea encontrar un hogar para estos dos felinos muy especiales
Son un tándem. El uno no puede vivir sin el otro. Por necesidad y por ese vínculo de amor que también estrechan los animales. Esta historia, la de Acacio y Carlitos, es especial y espera ese final feliz que lleve a estos dos gatos, el primero sordo y ciego, y el segundo, su amigo lazarillo que le sirve de guía, a un nuevo hogar en el que poder formar parte de la familia.
Tenían su casa en la calle La Reina, la de Nieves, una mujer amante de los gatos y muy querida por sus vecinos, pero que falleció a los 72 años de un infarto. “A Acacio, un gato siamés, lo rescató Nieves de Castell del Rey hace unos ocho años. Se había caído y, del golpe, se había quedado ciego y sordo”, explica Maribel Fuentes, la actual cuidadora temporal, también de Carlitos, que no puede hacerse cargo y busca, sin contener las lágrimas, ese nuevo hogar donde ambos estén convenientemente atendidos pues las limitaciones de Acacio le impiden recurrir a otras soluciones.
“Es un amor, le encanta que el calor humano, y su olfato le orienta bien con la comida, porque zamponcillo”, pero necesita de la compañía de su lazarillo. “Si se desorienta, se pone a maullar y Carlitos acude enseguida en su ayuda. Le acaricia, dándole sosiego, y le encamina”.
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