Las subidas de precios han motivado un ligero incremento de los robos al descuido en los comercios. Las medianas y grandes superficies han incrementado sus medidas de seguridad
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Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han percibido un incremento de los hurtos y robos al descuido en comercios y establecimientos hosteleros en los últimos meses. Así viene reflejado en la estadística publicada por el Ministerio del Interior, que contabilizó 1.400 delitos de este tipo en el primer semestre de 2023. La Policía Local ha informado de varios incidentes de este tipo en supermercados de distintos puntos de la ciudad. Y los locales no han sido ajenos a esta problemática. De hecho, han tomado medidas. Algunos han decidido colocar alarmas y reforzar la seguridad en los productos más caros, como puede ser el aceite, para evitar que los ladrones lo sustraigan.
Son varios los supermercados de la ciudad que desde hace ya unos días que han 'blindado' el aceite de oliva de la misma forma que hasta ahora trataban las botellas de alcohol. Han colocado alarmas para evitar hurtos. Desde la patronal de Castilla y León señalan que se trata simplemente de una medida de precaución, pero no han notado un incremento de los hurtos específicos de este tipo de producto.
La razón es muy simple. El precio del aceite de oliva se ha incrementado un 110% en los últimos tres años y más de un 50% en el presente ejercicio. Algunas marcas ya sobrepasan los 10 euros el litro, si bien la media es ahora mismo de unos 9 euros. Esto ha convertido a este alimento básico de la dieta mediterránea en un producto casi de lujo. Y esto ha motivado que en muchas provincias de España se hayan incrementado los robos y hurtos. Es más, ha llegado a superar al alcohol como el más robado en los supermercados.
Este repunte a nivel nacional, sin embargo, no ha sido tan alarmante en la provincia de Burgos. Es cierto que se han incrementado los hurtos, especialmente en el último año, pero los establecimientos no lo achacan exclusivamente al aceite. No obstante, algunos de ellos, sobre todo hipermercados e incluso alguna que otra gasolinera, han decidido ponerse la venda antes de la herida y copiar la estrategia de otros lugares del país. Es decir, no han esperado a que haya una oleada para poner coto a los ladrones.
«Que sepamos, no hemos sufrido ningún robo de aceite. Sí de blíster de embutido, sobre todo los que son algo más caros», señala la responsable de un supermercado de Gamonal. En otro hipermercado, justifican la colocación de alarmas en botellas de virgen extra de 10 euros y garrafas de cinco litros porque sí que han tenido algún que otro conato. «Cuando nos llegaron noticias de otras provincias comenzamos a vigilar más estos estantes. Sí que es cierto que ha habido alguna que otra persona que daba la impresión de que tenía la intención, pero nunca hemos visto nada», comenta una reponedora, quien reconoce que hace unos días decidieron poner los collarines por «precaución».
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