Rutas cortas perfectas para pasar un bonito día otoñal en familia
El paraje de Los Cahorros de Monachil es muy frecuentado los fines de semana.
Durante el otoño las temperaturas y los días más soleados (excepto esta semana que Granada sufre un intenso temporal) permiten que se pueda pasear tranquilamente por las numerosas zonas rurales que hay por todo el territorio granadino.
Las rutas de senderismo son una buena opción para aquellos a quienes les guste estar en contacto con la naturaleza y, con el otoño, pueden ser un auténtico espectáculo natural. Por eso, aquí te proponemos unas cuantas que puedes disfrutar en la provincia de Granada.
Tajos de Alhama
De una belleza formada por estructuras de arenisca, cañones impresionantes, creados por la erosión del río Alhama. Se trata de una ruta corta (unos 7 kilómetros) que comienza en el municipio de Alhama de Granada, famoso por sus baños árabes, a casi 60 kilómetros de la ciudad de Granada.
Es considerada una ruta fácil, por lo que es una buena opción si se busca salir con la familia.
Ruta del Castañar de Aldeire
La ruta del Castañar de Aldeire ha sido definida por algunos como sacada de un cuento de hadas. Se trata de una ruta corta (algo menos de 5 kilómetros) que se encuentra cerca de Guadix, en la localidad de Aldeire.
En el Castañar se pueden encontrar castaños, nogales y álamos, entre otras especies vegetales, así como cascadas y saltos de agua. Además, mientras se hace esta ruta se podrán encontrar ejemplares de árboles centenarios a lo que en otoño se une la belleza típica de los bosques, lo que la convierte en una de las rutas más espectaculares que se pueden encontrar en la provincia en esta época del año.
La ruta de La Pavilla
Situada en Nigüelas recorre el que se conoce como Desfiladero de los Enamorados (o la ruta de La Pavilla). Es una ruta corta, de unos 2,6 kilómetros y sin mucho desnivel, por lo que es otra buena opción para recorrer con niños y disfrutar de las vistas que ofrece al valle del río Torrente.
Es un recorrido vallado, por lo que hay una barrera física frente al barranco junto al que se camina. Se realiza el recorrido también junto a una acequia, pasando junto a una distribuidora de agua, por una casa-cueva y por la Fábrica de la Luz para llegar a la cascada del río Torrente. Al final del recorrido se ha de trepar un poco, pero no supone un gran obstáculo que incrementa la dificultad de esta ruta de gran belleza.
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