El Real Madrid inició la final ante el Borussia Moenchengladbach en el hotel de Sevilla
El Real Madrid llegó al Sánchez Pizjuán con el agua al cuello. Una derrota ante el equipo de Lopetegui hubiera supuesto el golpe definitivo, pero los jugadores reaccionaron, demostrando que todavía tienen mucho que decir en la presente temporada. No querían tirar LaLiga en el mes de diciembre, como sucedió dos temporadas atrás, y reaccionaron tras una charla mantenida en la capital andaluza.
El partido ante el campeón de la Europa League se ganó sobre el verde del Pizjuán sin un juego excelso, pero con compromiso. El choque se inició horas antes en el hotel de concentración de Sevilla. Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, viajó al frente de la expedición. Había mucho en juego y sabía de la importancia del choque ante el Sevilla y los que venían en camino. Quería transmitir confianza a todos, empezando por Zinedine Zidane y terminando por todos y cada uno de los jugadores de la primera plantilla blanca.
Los futbolistas del Real Madrid ya habían demostrado en un par de ocasiones en esta temporada que eran conscientes de lo que había en juego y de lo que representa el club blanco. Primero fue en el Camp Nou y después en el Giuseppe Meazza, donde sacaron a relucir el fútbol y las ganas que a veces ellos mismos ponen en duda.
Convencidos
De esa charla, los jugadores salieron convencidos de que tenían que cambiar, que estaban en deuda con la camiseta y el escudo que visten. El mensaje fue claro y directo y los hombres de Zidane pelearon del primer al último minuto. Respondieron a la perfección, siendo conscientes de que en muchos partidos de esta campaña no han estado a la altura exigida.
La siguiente final, así la consideran todos y cada uno de los componentes de la entidad madridista, llega ante el Borussia Moenchengladbag. Todo en juego, tanto a nivel de prestigio deportivo como en el plano económico, en una competición en la que el Real Madrid no sabe fallar, tal y como demuestran los 24 grupos superados. Siempre que el equipo blanco ha participado en la Champions League, ha estado en octavos de final. El regreso de jugadores como Ramos y Carvajal también sirve para que ese espíritu competitivo del Real Madrid no desaparezca.
La situación europea se ha tensado al máximo tras la dolorosa derrota en Kiev, pero la victoria del Inter en Alemania de la semana pasada, posibilita al Real Madrid depender de sí mismo, incluso para ser primero de grupo. Los futbolistas saben lo que hay en juego y así lo han demostrado en los entrenamientos de esta semana, en las que han mostrado una tensión competitiva fuera de toda duda.
El sábado espera el Atlético. Será otra final, pero ya saben desde la previa ante el Sevilla lo que el club pone en juego en estos dos partidos
Comentarios
Publicar un comentario