LA VOZ DE LA SALUD & CINCO CONSEJOS PARA DESCONGELAR LOS ALIMENTOS: EN FRÍO Y NUNCA SOBRE LA ENCIMERA &
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recuerda que este método es seguro y permite conservar todos los nutrientes
«Percebe a 250 euros, camarón a 100 y centolla a 40, el precio del marisco se dispara», así titulaba La Voz de Galicia una de sus noticias en la semana previa a Nochebuena y Navidad. Ante el acopio típico de esta época festiva, muchos optan por comprar semanas antes y congelar. Ahora, a golpe de 23 de diciembre, ha llegado el momento de sacar las grandes galas en materia culinaria.
Cumplir con las normas básicas de seguridad alimentaria es importante, especialmente, para evitar un mal trago de salud. Si bien es cierto que los casos de intoxicaciones alimentarias aumentan a medida que lo hacen las temperaturas, siguen ocurriendo durante todo el año. De entre el amplio abanico de afectaciones, la Campilobacteriosis y la Salmonelosis suelen ser las más comunes.
Por si a alguien le quedaban dudas, vaya por delante que la congelación es un método seguro de conservación de alimentos que prolonga su vida útil y ayuda a evitar el desperdicio alimentario —más probable en Navidad—. Por ello, si has seguido las medidas correctas, consumir materia primera descongelada no debería acarrear ningún problema. «Si los alimentos se mantienen a temperaturas constantes de -18º.C o inferiores, se inactivan los microorganismos que los alteran y que pueden provocar enfermedades», precisa la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan). Eso sí, recuerda que este método no destruye los microorganismos, sino que detienen su crecimiento, y mucho menos se reduce la concentración de nutrientes.
Precisamente, cuando se descongelan y aumenta su temperatura, bacterias y otros patógenos se vuelven a activar, incluso se multiplican y, por lo tanto, se incrementa el riesgo de intoxicación alimentaria.
Alimentos que se pueden congelar
- Carnes y pescados.
- Fiambres y embutidos.
- Verduras y frutas.
- Huevos batidos.
- Legumbres.
- Pan.
Alimentos que no se deben congelar, porque perderían su sabor o textura
- Verduras y frutas que se consumen en crudo, como la lechuga o el tomate.
- Las patatas.
- Huevos con cáscara.
- Alimentos muy grasos o fritos.
- Mayonesa.
¿Cuánto tiempo duran los alimentos en el congelador?
El nivel de frío que alcanza un congelador dependerá de su nivel de estrellas; cuantas más, mejor. Con todo, existen períodos máximos recomendados en los que un alimento puede permanecer almacenado. Desde la Aesan, apuntan que estos límites solo se establecen «por motivos de calidad», ya que en lo que a seguridad se refiere, «el tiempo es casi indefinido». Sin embargo, recuerdan una premisa: «Lo primero que entre es lo primero que debe salir».
- Frutas y verduras: de ocho a doce meses
- Carne de vacuno, cordero y cerdo: de seis a doce meses.
- Carne de pollo: de nueve a doce meses.
- Carne picada o hamburguesas: de tres a cuatro meses.
- Fiambres y embutidos: de uno a dos meses.
- Claras y yemas de huevo crudas y sin cáscara: hasta doce meses.
- Pescado blanco: de seis a ocho meses; aunque el pescado azul de dos a tres meses.
- El marisco dura de tres a seis meses.
- Las sopas y los guisos de dos a tres.
¿Cómo se deben descongelar los alimentos?
Miguel Ángel Lurueña, tecnólogo de alimentos, recomienda hacerlo en frío: «Lo ideal es descongelar los alimentos dentro del frigorífico, nunca fuera, ni mucho menos en el radiador», detalla. La clave reside en que el cambio de temperatura no sea demasiado brusco. Por ello, la mejor opción es dejarlo en la parte del frigorífico con menos grados. Además, la Aesan aconseja sacar la comida del congelador con, mínimo, doce horas de antelación, así como situarla sobre un recipiente o bandeja que recoja el líquido que vaya generando.
La segunda opción que propone la entidad consiste en utilizar el microondas, aunque esto es menos recomendable. Si bien es rápida, la descongelación no será homogénea. Pero, si no queda otra, establece una serie de pautas: «Se debe utilizar la potencia más baja, cortar los alimentos en trozos pequeños (si es posible), repartirlos por la superficie del plato y girar o remover el alimento durante el proceso varias veces», indica. Eso sí, esta técnica implica que el alimento debe ser cocinado inmediatamente después, pues algunas podrían haber empezado a cocerse.
Por el contrario, nunca se debe dejar a descongelar un alimento a temperatura ambiente, salvo que lo indique el fabricante. «Entre los 5 y los 65.ºC los microorganismos pueden reproducirse con mayor rapidez y se pondría en riesgo la seguridad del alimento», explica la Aesan.
En suma, y en cualquiera de los supuestos anteriores, el cocinado y consumo de los alimentos debe suceder lo antes posible.
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