RECETA
Resumen de la receta
Todos los pasos y trucos para preparar los soldaditos de Pavía, una de las tapas más reconocidas del rastro madrileño como un auténtico chef.
Si hay un ingrediente asociado a la Semana Santa, ese es el bacalao. Con perdón de las torrijas, que los días alrededor de la Pascua inundan pastelerías y hogares. Pero casi todas las recetas en unos días en los que la norma religiosa vigila el consumo de carne llevan bacalao. Incluso aquellas de los lugares de interior que, no por carecer de mar, se quedan sin catar el pescado.
Entre esos lugares está Madrid, la capital, que esos días disfruta de una elaboración que hace las delicias de quienes recorren la ciudad probando las tapas de los locales más tradicionales. Especial mención hay que hacer de los de Casa Labra, uno de esos restaurantes centenarios que trata el bacalao como pocos o la Pavía de Chamberí, que con ese nombre, ya imaginarán que son duchos en la materia.
Una receta con mucha historia
Como decimos, este plato es típico de Madrid aunque también se consume en algunas partes de Andalucía, como Cádiz, de donde la propia academia Madrileña de la Gastronomía cree que podría estar el origen. En cualquier caso, quien sí provenía de esta provincia andaluza era el General Pavía, quien se presentó con las tropas en el Congreso dando un golpe de Estado que puso fin a la Primera República.
Una de las teorías sobre el origen del peculiar nombre de este plato se refiere a él… o más bien a los húsares que le acompañaban y que llevaban una chaquetilla roja con toques dorados bajo la chaqueta azul. Las comparaciones con los trozos de bacalao, dorados en aceite y envueltos en pimiento, fueron evidentes y así habrían acabado estos bocados con tan original nombre.
Una elaboración sencilla
Sea como fuere, los soldaditos de Pavía son, hoy en día, toda una institución. Y eso que para su elaboración requieren de pocos ingredientes y un poco de maña. Se trata de rebozar bien el bacalao, que por supuesto tiene que estar bien limpio y sin espinas y freírlo bien hasta que el rebozado quede crujiente y dorado.
Aunque hoy en día estos soldaditos han perdido en muchos locales y hogares la chaquetilla roja, si se quiere, una vez fritos, se pueden recubrir con unas tiras de pimiento morrón. Así recordarán a esos trajes y esos galones de los soldados que dieron nombre a esta tapa.
¿Qué necesitas?
- ¾ Kg. de lomos de bacalao sin espinas
- 2 cucharaditas de pimentón
- zumo de ½ limón
- 8 cucharadas de aceite para freír
- Un poco de harina para rebozar
- 2 huevos
- 100 g de pimientos morrones
- 4 cucharadas de aceite
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