El olivo está "triste cansado pensativo y viejo" es un árbol sobrio que contagia su emoción contenida y gris a la tierra que habita y los pueblos que lo adoran, El olivo carece que efusiones liricas su flor, en mayo en apenas visibles y el color de sus hojas tienen como todas las edades ¿al mircir los olivos sobre el campo de Sain, en las campañas de Córdoba y Sevilla no parece que el paisaje ensaya un desengaño, como si estuviere el viejo árbol de los tromcos retorcidos vueltos ya de todos los viajes.
Los trigales son un niñez revoltosa del campo y los naranjos una adolescencia y los viñedos, el pregón de la risa oscura en las noches de fiesta. pero los olivares y olivares de las tierras altas de Andalucía han puesto los paisajes y a sus habitantes de color laciturno, sobrio, como el propio olivo que no es prodigo en variedad.
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