IDEAL JAEN
Alergólogos prevén altas concentraciones de polen, pero sin alcanzar las cifras récord del año pasado

Y es que por poca lluvia que hubiera en otoño -el más seco de los últimos treinta y cinco años-, la época invernal sí que ha sido muy húmeda. De hecho, buena parte de los pantanos jienenses están aliviando recursos. De ahí que, por utilizar una graduación, la afectación sea 'muy alta' y no 'extremadamente alta', un detalle ciertamente baladí si tenemos en cuenta que en Jaén se rebasan con creces todos los límites. Haya o no haya cosecha. De hecho, por fijarnos en lo que está sucediendo ahora mismo, la floración del ciprés se está notando. Y de qué manera. La semana pasada, más de 2.000 granos por metro cúbico de aire. «Venimos observando que la afectación relacionada con este árbol o con el plátano de sombra, que ahora están en su momento, cada vez es mayor», comenta la alergóloga Blanca Sáez, quien apunta a factores muy concretos como la contaminación atmosférica.
Los alérgicos, unos 200.000 por estos lares en números redondos, deberán aplicar a sus rutinas una serie de normas, basadas en el sentido común, para sobrellevar estas semanas malas que se avecinan. Muchos de ellos, según los expertos, son más o menos conscientes de lo que deben hacer. Por pura experiencia. Pero nunca está de más recordar esos consejos. Blanca Sáez comenta que la información es importante y que el Complejo Hospitalario realiza mediciones polínicas desde principios de abril. Los datos se pueden consultar en la página web del Complejo. «Es importante para saber a qué atenerse», añade. También se recomienda viajar con las ventanillas del coche cerradas, la utilización de humidificadores o evitar salir del domicilio los días que haya más viento. También se ha demostrado la efectividad de la vacuna, que aminora los efectos.
La alergia, que se define como la hipersensibilidad hacia ciertas sustancias que se inhalan, se ingieren o se tocan, presenta un cuadro sintomático muy molesto. Los trastornos habituales son lagrimeo y picor de ojos (conjuntivitis), moqueo, estornudos y congestión nasal (rinitis), enrojecimiento de la piel, edemas y eritemas (urticaria/dermatitis), tos, pitos y ahogos (asma bronquial) y dificultad respiratoria y mareos (anafilaxia). Pero las consecuencias van más allá. El malestar general, unido a los problemas para descansar, también provocan fatiga y falta de concentración. El estudio Alergológica revela que el 5,4% de este tipo de enfermos causan baja laboral, con una media de 1,7 episodios al año. Este informe también pone de manifiesto que el 17,2% de los padres con hijos afectados admite haber faltado a su trabajo una media de 4,3 días para atender a los niños.
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