AUMENTAN LOS CASOS DEL VIRUS DE LA BOFETADA EN GALICIA: "PARA CUANDO APARECEN LAS MANCHASE EN LA PIEL, EL PACIENTE YA NO CONTAGIA & LA VOZ DE LA SALUD&
La enfermedad tiene un período de incubación que puede llegar a las dos semanas y durante ese tiempo se produce la transmisión, pero puede no haber síntomas
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) ha informado acerca de un aumento en los casos registrados del virus de la bofetada. La enfermedad, causada por el parvovirus B19, se conoce también como la «quinta enfermedad», ya que es una de las cinco patologías infecciosas que causan una erupción rojiza en la piel de los niños, junto con el sarampión, la varicela, la rubéola y la roséola.
En Galicia, la enfermedad también se está propagando a un ritmo más alto que en años anteriores. «Sí que estamos viendo un aumento de consultas por este motivo en comparación con otros años. No es un virus que sea nuevo, lo hay todos los años, solo que esta vez ha habido bastantes más casos», observa en este sentido la doctora Sandra Yáñez Mesía, coordinadora de urgencias pediátricas del Hospital Materno-Infantil Teresa Herrera, en A Coruña. En su unidad, se están atendiendo unos cuatro casos al día de esta patología.
El repunte del parvovirus B19 podría estar relacionado con brotes en centros escolares y guarderías infantiles. «Es un virus estacional que circula más en primavera, cuando empieza el calor, y la exposición se produce en los colegios, que es donde los niños tienen más contacto y son espacios cerrados», señala Yáñez.
Esta se suma a otras infecciones de transmisión respiratoria que están alcanzando una mayor incidencia en las últimas semanas. «El covid nunca llegó a desaparecer, está durante todo el año, pero estamos viendo más casos y también más gripe. Ya desde el confinamiento, los virus empezaron a estar un poco desordenados. Van más a destiempo y no siempre aparecen cuando lo hacían clásicamente. Antes, la campaña de la gripe era en octubre, noviembre o diciembre, ahora aparecen también en otras épocas. Esperamos que se vaya volviendo a la normalidad con el tiempo», observa la pediatra.
Qué es el virus de la bofetada
Esta enfermedad vírica se caracteriza por la aparición de una erupción rojiza en las mejillas que tiene la apariencia de una bofetada, de ahí su nombre coloquial. Se trata de una patología que afecta principalmente a niños en edad preescolar o escolar, aunque pueden darse casos a todas las edades.
La causa detrás del sarpullido es la infección por el parvovirus B19, un patógeno altamente contagioso que está presente de manera exclusiva en humanos. En este sentido, desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) señalan que es un virus diferente al que afecta a perros y gatos, por lo que no es posible el contagio de un animal dentro del hogar, ni viceversa.
Síntomas y contagio
El virus de la bofetada tiene un período de incubación relativamente largo, que puede durar entre cinco días y dos semanas. «Durante ese tiempo ya se contagia y, sobre todo, en los días previos a la aparición de las manchas. Antes de que aparezcan, puede haber un cierto malestar, puede aparecer fiebre, aunque no es típico. Puede haber moco o cansancio. Pero ahí no se puede detectar aún la enfermedad, porque aún no tenemos las manchas en la piel», explica Yáñez.
«Para cuando se suele detectar, que es cuando aparecen los síntomas en la piel, que normalmente incluyen el enrojecimiento de la mejilla o en el resto del cuerpo, en ese momento ya el paciente no contagia, entonces, ya no haría falta aislar al paciente y no tendría sentido hacerlo. El período de contagio es previo a la aparición de las manchas en la piel», explica la experta.
Así, al principio, los síntomas pueden ser inespecíficos e incluyen dolor de cabeza, mocos o malestar general. Puede haber fiebre o no. A continuación, aparece el brote en la piel con la erupción típica que comienza en las mejillas y es de color rojo brillante. «La lesión cutánea se suele extender después por el resto del cuerpo, siendo muy característico que afecte a nalgas y extremidades, con lesiones rojizas, no elevadas, reticulares que asemejan un encaje. No suele aparecer en las palmas y las plantas. En ocasiones puede picar», indican desde la AEP.
Lo habitual es que desaparezcan las lesiones en un plazo de entre tres y cinco días. «A veces pueden durar un poco más, pero eso no es indicativo de una mayor gravedad, no hay que hacer nada al respecto», aclara la pediatra. En ocasiones, la erupción se puede reactivar durante varias semanas por determinados factores como la luz, el sol o el calor. En general, es una entidad leve y benigna y los niños se recuperan rápidamente sin complicaciones. «No es un virus que sea peligroso ni que tengamos que tener especial cuidado con él o hacer algo particular», señala Yáñez.
Tratamiento y medidas recomendadas
Dado que la enfermedad es causada por un virus, hay que saber que el uso de antibióticos no está indicado en estos casos. «El tratamiento es sintomático. Si se tiene fiebre o malestar, se puede tomar antitérmicos o analgésicos, ibuprofeno o paracetamol. Y las manchas a veces pueden dar algo de picor, en ese caso podemos usar antihistamínicos para tratarlo y aliviar la incomodidad», explica Yáñez.
Al igual que las infecciones respiratorias, en las que también se está observando un repunte de casos a nivel de distintos establecimientos sanitarios, el virus de la bofetada es una enfermedad que se transmite a través de los aerosoles, las gotitas de saliva que se emiten al hablar, al toser o al estornudar. En este sentido, reforzar las medidas de higiene e incorporar el uso de la mascarilla cuando nos encontramos mal es una clave para evitar los contagios. Cubrirse la boca para toser o estornudar es fundamental, como así también el lavado de manos frecuente con agua y jabón, durante un mínimo de 20 segundos.
Estas medidas ayudan a protegernos no solo del virus de la bofetada, sino de otras patologías que están afectando a la población. «Las enfermedades respiratorias son mucho más frecuentes, estamos viendo más casos con fiebre prolongada, cansancio y síntomas que probablemente se deban a covid o gripe, incluso si dan negativo para cuando llegan», observa Yáñez.
«La enfermedad de la bofetada muy raramente va a dar algún tipo de complicaciones, normalmente es benigna e incluso muchas personas la pasan sin darse cuenta. Deberíamos acudir al pediatra cuando tenemos vómitos repetidos, dificultad para respirar, palidez u otros síntomas añadidos que estén fuera de lo esperable, pero simplemente por la enfermedad de la bofetada, si tiene buen estado general, no tendríamos por qué acudir al médico», indica Yáñez.
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