DETENIDO POR TENER QUINCE PERROS DE RAZA PELIGROSA, DOS DE ELLOS ROBADOS SUCESOS
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La Policía Local encontró a los canes en una cueva del Sacromonte a cargo de un joven de 18 años
La tarde del pasado lunes se presentaba plácida en el Sacromonte,
pero tornó en todo lo contrario. Un vecino llamó a la Policía Local
sobre las 17.45 horas advirtiendo de las molestias generadas por un
grupo de jóvenes, acompañados por nueve perros de raza peligrosa. Uno de los individuos presentaba numerosas manchas de sangre en pantalones y zapatillas de deporte.
Los agentes se dirigieron a la Cruz de Rauda, a la zona de cuevas del Sacromonte. Cada uno de los policías tomó un camino distinto para intentar localizar a los canes y al grupo de jóvenes que acompañaba a estos perros. Uno de los agentes encontró a un individuo observando por una verja cómo dos ‘pit bull’ se peleaban y tras advertir la presencia de la Policía Local decidió entrar en la cueva para esconderse dentro.
El agente logra ver en el interior del habitáculo más perros, en concreto diez, de la raza ‘pit bull’ y ‘american standford’, además de otros cinco cachorros ‘pit bull’. La cueva parecía una perrera con los quince canes, los ladridos y los dos animales peleándose fuera.
Otro de los agentes advirtió que dos de los perros ‘pit bull’ presentes en la cueva eran muy similares a los que aparecían en unas imágenes colgadas en facebook por otro granadino a quien le robaron una pareja de canes de esta raza días atrás.
Los agentes se pusieron en contacto telefónico con el individuo quien se personó en el lugar y reconoció a los dos perros como suyos. Comentó que se los quitaron tras saltar la valla de un chalé de Otura, hacía pocos días.
Los operarios de la perrera se personaron en la cueva para llevarse a los 13 canes restantes que se encontraban en esta cueva. Uno de ellos presentaba heridas importantes en una oreja, producto de la pelea en la que había participado poco antes.
La Policía Local decidió detener al presunto responsable de la manada de perros, quien resultó ser un granadino de 18 años, que no portaba la documentación en el momento de su identificación. Los cargos son de presunto robo de perros y por tener a estos sin las condiciones higiénico sanitarios estipuladas en la ley.
A la perrera
Los perros fueron trasladados a la perrera para comprobar su estado de salud, saber si disponían del correspondiente chip y tenerlos allí hasta comprobar si habían sido o no robados.
Los vecinos que conocían al arrestado confesaron a la Policía Local que este joven se dedicaba a criar a estos perros para posteriormente venderlos, pero negaron que la procedencia de los canes fuera producto de robos. Mientras se comprueba la procedencia de los perros, estos permanecerán en la perrera municipal.
Los agentes se dirigieron a la Cruz de Rauda, a la zona de cuevas del Sacromonte. Cada uno de los policías tomó un camino distinto para intentar localizar a los canes y al grupo de jóvenes que acompañaba a estos perros. Uno de los agentes encontró a un individuo observando por una verja cómo dos ‘pit bull’ se peleaban y tras advertir la presencia de la Policía Local decidió entrar en la cueva para esconderse dentro.
El agente logra ver en el interior del habitáculo más perros, en concreto diez, de la raza ‘pit bull’ y ‘american standford’, además de otros cinco cachorros ‘pit bull’. La cueva parecía una perrera con los quince canes, los ladridos y los dos animales peleándose fuera.
Más personas
Aunque dentro de la cueva no solo estaban los perros; había, al
menos, cuatro personas, entre ellas el presunto criador, dueño o
responsable de estos perros.Fue invitado a salir para identificarse ante
los agentes. Ante este primer aviso hizo caso omiso. Posteriormente,
salió de la cueva sin oponer resistencia y con manchas de sangre en el
pantalón y las zapatillas. Otro de los agentes advirtió que dos de los perros ‘pit bull’ presentes en la cueva eran muy similares a los que aparecían en unas imágenes colgadas en facebook por otro granadino a quien le robaron una pareja de canes de esta raza días atrás.
Los agentes se pusieron en contacto telefónico con el individuo quien se personó en el lugar y reconoció a los dos perros como suyos. Comentó que se los quitaron tras saltar la valla de un chalé de Otura, hacía pocos días.
Los operarios de la perrera se personaron en la cueva para llevarse a los 13 canes restantes que se encontraban en esta cueva. Uno de ellos presentaba heridas importantes en una oreja, producto de la pelea en la que había participado poco antes.
La Policía Local decidió detener al presunto responsable de la manada de perros, quien resultó ser un granadino de 18 años, que no portaba la documentación en el momento de su identificación. Los cargos son de presunto robo de perros y por tener a estos sin las condiciones higiénico sanitarios estipuladas en la ley.
A la perrera
Los perros fueron trasladados a la perrera para comprobar su estado de salud, saber si disponían del correspondiente chip y tenerlos allí hasta comprobar si habían sido o no robados.
Los vecinos que conocían al arrestado confesaron a la Policía Local que este joven se dedicaba a criar a estos perros para posteriormente venderlos, pero negaron que la procedencia de los canes fuera producto de robos. Mientras se comprueba la procedencia de los perros, estos permanecerán en la perrera municipal.
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