-BUSCAN A UNA JOVEN DE ADRA QUE LLEVA DESCONOCIDO UN AÑO- IDEAL ALMERIA
La menor se escapó del centro de acogida en el que estaba interna, por orden de un juez, después agredir e insultar a su madre
Se llama Marina y el 29 de julio cumplirá 17 años. Desde diciembre de 2012, se desconoce su paradero. Se escapó del centro de acogida al que fue destinada por orden de un juez, después de ser denunciada por su madre por agresiones e insultos. Hoy su progenitora, Antonia Lupión, no pierde la esperanza de encontrarla y exige a la Guardia Civil que refuerce su búsqueda.
«Yo solo quiero saber dónde está y que está bien; llevo un año y medio buscándola», afirma desesperada. Antonia ha contado a IDEAL que su hija no era una niña conflictiva, pero que los problemas comenzaron cuando empezó a salir con un hombre «que podía ser su padre». «Yo me opuse a esa relación y empezó a faltar a clase, se escapaba de casa, me insultaba y llegó a pegarme», explica. Fue, entonces, cuando Antonia decidió denunciar la situación ante la Guardia Civil y un juzgado de menores determinó ingresarla durante nueve meses en un centro de acogida de la provincia de Granada. Sin embargo, antes de cumplir su primer mes de estancia, Marina consiguió escapar. El centro denunció su desaparición y nada se sabe de su paradero desde aquel 13 de diciembre de 2012.
Sospechas
oculta y yo tengo derecho a saber dónde está mi hija», asevera. Basa su versión en los testimonios de algunos vecinos que dicen haberla visto por Adra. «El día de San Marcos se produjo una pelea y mi hija era una de las partes implicadas, según me han contado», detalla.
Colaboración ciudadana
Marina mide un 1,7 metros, tiene el pelo moreno, ojos marrones y labios 'gorditos'. «Así era la última vez que la vi, ahora podría haber cambiado su imagen y tener el pelo de otro color y no llevarlo largo», destaca. Estudiaba en el instituto Virgen del Mar de Adra cuando comenzó a dar los primeros problemas tanto en clase como en casa. «Si alguien la ha visto o sabe algo, por favor, que me lo comunique para que pueda encontrarla», suplica.
Antonia, que está pasando unos días en Adra antes de marchar de nuevo a Tenerife donde reside junto al resto de sus hijos, afirma vivir «angustiada». «Después de un año y medio sin saber de ella, esta incertidumbre es insoportable y tengo la sensación de que no la están buscando», sentencia.
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